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Legado italiano en la música y en la cultura dominicanas

como parte de un proyecto de gran alcance que busca el rescate y protección del repertorio

sinfónico de la República Dominicana.

Italianos en República Dominicana

La emisora La Voz del Yuna, fundada en Bonao por José Arismendi Trujillo Molina el

1 de agosto de 1942, al trasladar su sede original a la capital dominicana en mayo de 1946,

introdujo cambios en su programación habitual para adecuarla a los nuevos públicos.

Entre las innovaciones propuestas estaba la participación esporádica de la Orquesta

Sinfónica Nacional, en su programación.

Al tratar de implementarse esta iniciativa, alguna conversación nunca divulgada parece

haber provocado un malentendido entre las dos instituciones involucradas, lo que generó

la comunicación telegráfica dirigida por el fundador de la emisora al entonces Embajador

dominicano enRoma, TelésforoCalderón, solicitándole la contratación de músicos de atril

y solistas italianos de la posguerra para trabajar en La Voz del Yuna, con la especificación

de que se enviara «lo mejor». Y precisamente eso vino.

Este incidente fortuito traería a SantoDomingo a los más altos exponentes de la música en Italia de aquel momento y

los efectos positivos de su presencia fueron inmediatos. Los primeros 10 músicos contratados llegaron a la capital

dominicana el 25 de febrero de 1947. El grupo lo integraban los violinistas Danilo Belardinelli, Francesco

Montelli, Amedeo Fortunati, Mariano Dessi, Carlo Renzulli y Fulvio Montanaro; los cellistas Luigi Fusilli

y Ennio Orazi, y los violistas Guglielmo Morelli y Ferdinando Cortellini.

Dentro de ese primer grupo sobresalía la figura gallarda de

D

anilo

B

elardinelli

(Roma, 8 de diciembre de

1915), concertino de la Orquesta de la Academia de Santa Cecilia, de Roma, solista reconocido en Europa y

director del afamado Quartetto Belardinelli. En La Voz del Yuna, Belardinelli fue concertino de la Orquesta

de Salón y de la Orquesta de Arcos, dirigida por Enrico Montelli, y en la Orquesta de Cámara Italiana

fue concertino solista de los primeros violines. Además, dirigió el Conjunto Intermezzo y regularmente se

presentaba como solista en diferentes programas de radio y actuaciones en vivo dentro del citado circuito radial.

El 22 de octubre de 1947 se produjo en el Teatro Independencia de la capital su primera presentación como

solista de la Orquesta Sinfónica Nacional, junto a los italianos Mariano Dessi, Ferdinando Cortellini, Ennio

Orazi y Laura Girardi Cacciapuoti. Su presencia diaria en varios espacios de la programación de La Voz del

Yuna le creó a Belardinelli nuevos públicos en los cuatro puntos cardinales del país. Hizo giras por el interior

de la República acompañado del pianista dominicano Vicente Grisolía, con quien se presentó también el 18

de noviembre de 1948 en el Teatro Independencia de la capital, en un concierto patrocinado por la Sociedad

de Conciertos

I

ntarin

.

Como pedagogo del violín, sus alumnos más representativos en Santo Domingo fueron Jacinto Gimbernard y

Nidia Mieses, dos figuras que alcanzarían gran éxito en sus respectivas carreras, a nivel nacional e internacional.

Al finalizar su contrato de dos años, Belardinelli se ausentó de la capital dominicana en los últimos días de

abril de 1949, para volver en 1975, a tomar parte, ahora como director de orquesta, en la producción de la

ópera

Madame Butterfly

de Puccini, que se presentó en el Teatro Nacional, como parte de su festival Ópera 75.

F

rancesco

M

ontelli

nació el 1 de octubre 1896, en Roma. El ambiente de cultura que envolvió su primera

juventud en la Roma de principios del siglo

xx

contribuyó de manera notable a que se dedicara al arte de

la música. Egresado de la Academia Santa Cecilia, tuvo oportunidad de tocar bajo la dirección de Arturo

Toscanini y fue uno de los fundadores del Quartetto di Roma. En Europa Montelli fue un eminente músico

que obtuvo las más altas distinciones en la música de cámara y uno de los miembros más destacados de la

migración artística italiana que aglutinó La Voz Dominicana en la Orquesta de Arcos Italianos, dirigida

más adelante por el maestro Roberto Caggiano. También formó parte del Quartetto Belardinelli, integrado

Francesco Montelli.