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Legado italiano en la música y en la cultura dominicanas
profesional, el acompañante por excelencia de cantantes e instrumentistas nacionales.
C
arlos
A
lberto
P
iantini
E
spinal
nació el 9 de mayo de 1927 en San Carlos de
Tenerife, en las cercanías de Santo Domingo, donde su bisabuelo italiano, Giuseppe (José)
Eugenio Piantini (1791-1871), había creado el tronco familiar. Inició sus estudios de solfeo
a los siete años, con Josefita Heredia, y poco tiempo después, los de violín, con Guillermo
Jiménez. A los diez años tocó por primera vez en público y a partir de 1938 fue alumno
del violinista y pedagogo austríaco Willy Kleinberg, durante los tres años que este gran
maestro permaneció en el país. Luego continuaría sus estudios con el violinista checo Emil
Friedman, quien había llegado a Santo Domingo en octubre de 1940 y se encargaría de
programarle su debut y poner en manos de su alumno las herramientas indispensables para
lograr el éxito futuro.
El 5 de agosto de 1941, al ser fundada la Orquesta Sinfónica Nacional, dirigida por el
español Enrique Casal Chapí, el joven Carlos Piantini, de apenas 14 años de edad, fue
nombrado en la sección de los violines segundos de la flamante institución, en la que
debutaría como solista el 15 de mayo de 1944, dirigido por el propio maestro Casal Chapí.
Después de realizar estudios avanzados de violín en México, entre 1944 y 1946, con Joseph Smilovits y Henryk
Szeryng y cursos de armonía con Manuel M. Ponce, a su regreso al país pasó a los primeros violines de la
Orquesta, llegando a desempeñar el atril de Concertino. Durante su estadía en México, Piantini actuó por
la radio mexicana con el insigne maestro mexicano Julián Carrillo. Al frente de la Sinfónica H. Steele, tocó
conciertos y recitales, perteneció a las más importantes orquestas de aquel país, como primer violín, y frecuentó
el círculo de los más destacados músicos e intelectuales que los acontecimientos bélicos mundiales habían
hecho coincidir en aquella ciudad por aquellos años.
Con el correr del tiempo, Piantini sería acompañado al piano por Ninón Lapeiretta, Julio Alberto Hernández,
Vicente Grisolía y finalmente por Manuel Rueda, en un histórico recital. En los años setenta, el director de
la Sinfónica, Manuel Simó, con su proverbial generosidad, le brindó al entonces violinista Carlos Piantini
el privilegio de utilizar en veintidós ocasiones la primera institución musical dominicana, como director
invitado, para que éste pusiera en práctica en su propio país los conocimientos de dirección de orquesta
adquiridos durante sus largos años como violinista de la Orquesta Filarmónica de New York. La experiencia,
aprovechada al máximo por Piantini, en poco tiempo daría como fruto una serie de espectaculares conciertos
que dimensionaron rápidamente esta nueva faceta de su carrera artística consagrándole años más tarde como
el más exitoso director dominicano. Este intenso período de aprendizaje con la Orquesta Sinfónica Nacional
posiblemente le sirvió de estímulo para que en la década de los setenta se decidiera a abandonar su posición
en los primeros violines de la Filarmónica de New York, para viajar a Viena a realizar estudios formales de
dirección orquestal con Hans Swarowsky, antes de asumir esta actividad profesional definitivamente.
En el período 1973-1978, desde la dirección artística del Teatro Nacional Piantini desarrolló una infatigable
labor llevando a cabo un histórico festival de inauguración, además de ambiciosos programas que siempre
despertaron una respuesta masiva por parte del público dominicano. Los logros tangibles de su gestión aún
no han sido superados en los 46 años de vida de ese centro cultural. Desde el 28 de marzo de 1984, Piantini
desempeñó la dirección musical de la Orquesta Sinfónica Nacional y permaneció en este cargo hasta el 29 de
diciembre de 1994, cuando se creó la categoría de «Director Laureado» de dicha institución, especialmente
para él.
En los años noventa su proyección profesional en el extranjero se fue consolidando paralelamente con su
responsabilidad en la dirección de la Orquesta Sinfónica Nacional. Con alguna frecuencia dirigió óperas
y conciertos en Italia, a la vez que se establecía con carácter más permanente en los Estados Unidos, como
docente de la School of Music, en la Florida International University, donde por varios años tuvo a su cargo los
Carlos Piantini,
Director de la Orquesta
Sinfónica Nacional
(1984-1994).