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Ciencia y protección ambiental para el desarrollo agrario
era una tarea sencilla que podía resolverse con una simple prohibición, pues
el País necesitaba el bosque y tenía reservas enormes que debían explotadas
para el desarrollo de la nación (p. 357). La Sección Forestal se abrió con un
claro propósito de protección y conciencia ambiental.
En su
Informe
Ciferri expresó: «
Los Países comprenden el valor del monte sola-
mente cuando lo han destruido; y es entonces, con gastos y sacrificios, cuando inician un
trabajo de reconstrucción de lo que, por ignorancia o por avidez, destruyeron
» (p. 10).
«
La República Dominicana tiene la suerte, puede ser única en las Antillas, de poseer
una formidable reserva forestal, formidable, pero no infinita
». «
Esta riqueza no está de
algún modo valorizada, y todavía menos cuidada. Además, constituye una masa casi
completamente desconocida económicamente
». Propuso la protección de zonas de
«reserva obligada» que debían ser supervisados por un técnico especialista
dentro de la Secretaría de Agricultura e Inmigración «
jefe de un Departamento Forestal, que tendría a su cargo la
supervigilancia del patrimonio forestal nacional, en todos sentidos, y particularmente: 1) delimitación de las zonas donde debe
vedarse el desmonte. 2) Actuación de repoblación donde sea necesario, alimentando expresamente un plantel gubernativo. 3)
Reconocimiento de las zonas forestales generales y de las posibilidades de explotación racional y comercial, en relación a madera
y a industrias subsidiarias (extracción de trementina, resinas, gomas substancias colorantes, etc.). 4) Cursos especiales en el
Colegio de Agricultura, a los alumnos, y hacer conferencias divulgativas, redactar folletos, etc.
».
Sección de hidrobiología
Esta sección se encargaba del «problema del estudio biológico de las aguas» en función de las necesidades del
País y se divide en dos grandes capítulos: las «Aguas dulces» y «Aguas marinas». La primera división abarca
el conocimiento de los peces existentes en la República, su relación con la lucha antipalúdica y el «valor anti-
malárico de estas diferentes clases». Además, el conocimiento de los peces alimenticios y el valor de cada clase,
tanto para uso interno como para exportación manufacturado (p. 10).
Como actividades conexas el
Informe
refiere el establecimiento de estanques con peces antipalúdicos nativos, pero
en caso necesario importado. Otros viveros de peces finos para uso alimenticio, sean indígenas o introducidos
del exterior. Asimismo, los relacionados con el riego, que se abordarían en coordinación con el Jefe de Servicio
Nacional de Riego, en los que Ciferri destacó tres órdenes de problemas: a) la lucha antipalúdica, incorporan-
do con el riego «peces mosquiticidas» y otros medios indirectos como «
la siembra de Eucaliptus, siembra de Chara y
siembra de Coleópteros y Hemípteros acuáticos devoradores de larvas de mosquitos
»; b) siembra de peces en la red de riego;
c) lucha contra las algas y las planas verdes de los canales de riego que pueden obstruir el flujo del agua (p. 11).
En relación a las aguas marinas, están los «
problemas de conocimiento de los peces del mar
», para su aprovechamiento
alimenticio, pero también dirigido a la protección de la fauna marina con la «
reglamentación de la pesca del Carey
y de otras tortugas para conchas
», así como «
el estudio de las posibilidades de otras industrias derivadas del mar
», como la
industria de esponjas, de madreperlas y coral, siempre reglamentado. La misión no solo sería el estudio sino
también la realización de «
demostraciones prácticas en diferentes partes de la costa de la República, con distintas clases de
pescado preparado en diferentes maneras
» (p. 12). La Estación Nacional Agronómica de República Dominicana,
de sostener este proyecto, hubiese sido pionera en el área del Caribe en contar con un departamento de Hidro-
biología agronómica.
Exploración Micológica
Como encargado de la Sección de Fitopatología y Micología, Ciferri tuvo a su cargo la primera exploración
micológica de la República. Inicialmente un pequeño número de ejemplares de hongos recolectados fueron
Mapa de la distribución
de los bosques y
cultivos de la
Republica Dominicana,
publicado en el artículo
Encuesta fitopatológica
de Santo Domingo,
1925-1929
del doctor
Rafael Ciferri en «The
Journal of the
Department of
Agriculture of Porto
Rico». Enero del 1959.