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El ingeniero Guido D’Alessandro y la construcción del Palacio Nacional
Todavía, hacia finales del siglo
xx
, el perfil de ese Santo
Domingo ancestral se confunde con las majestuosas
nubosidades que forman los alisios del Este, asoman infinitas
profundidades de la bóveda celeste. Morfológicamente,
el elevado lugar define la cota más alta del que fuera el
exclusivo sector residencial de Gascue,
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hacia mediados de
la década de los 50. Es un sitio elevado que encuentra, casi
agotándose en su ascensión, la tercera terraza estratigráfica de
la topografía local; gesto natural que surge del litoral costero
arrecifal para serpentear bordeando todo el lecho rocoso de
la ciudad geológica.
Para ese entonces (principios del siglo
xx
), como más arriba
se ha afirmado, el propietario de esos terrenos y prestante
munícipe de la época, don Félix María Lluberes, hizo una
honrosa donación al Estado dominicano para que allí se
levantaran las facilidades de la entonces Universidad Santo
Tomás de Aquino, actual Universidad Autónoma de Santo Domingo. Solo construyeron una gran casa
del tipo hacienda sureña de los Estados Unidos, elevada sobre alto zócalo y de galería perimetral aporticada,
profusamente abierta hacia el este, el sur y el suroeste, con techos inclinados a varias aguas y buhardilla,
desarrollada en dos pisos, repitiéndose la galería en el piso alto con igual resolución y disposición formal que
en el piso bajo. Gascue en su totalidad territorial, con sus grandes espacios todavía vírgenes, con su persistencia
y permanencia como núcleo urbano que debía sentar un precedente habitacional para toda la ciudad, fue
desarrollado con alguna timidez hacia principios del siglo
xx
, sobre las parcelas de una extensa hacienda
propiedad del potentado Francisco Gascue. Una herencia sucesoral de bienes inmuebles haría llegar lotificadas
esas posesiones a diversos descendientes de varias familias económicamente acomodadas hacia fines del siglo
xix
.
El general Casimiro Nemesio de Moya, en su antológico Plano de la Ciudad y Contornos de Santo Domingo
del mes de mayo de 1900, ubica exactamente las mejoras de la hacienda de Gascue y señala las inmediaciones
por el nombre de ese apellido. Estando la «Mansión Presidencial» ubicada en las fronteras territoriales de los
barrios de Gascue y San Carlos y siendo un punto alto topográficamente referido a toda la ciudad, el lugar que
ocupaba era llamado, además, «la colina de San Carlos».
La «Mansión» fue utilizada por las fuerzas militares norteamericanas durante la ocupación del 1916 al
1924 y trascendió a la fama como Receptoría General de Aduanas. La solariega estancia tuvo, además,
entre otras facilidades deportivas que le fueron adicionadas en esa etapa de su vida útil, una piscina circular
desmontable de gran diámetro y cancha de tenis, indispensables aditamentos para el solaz de sus ocupantes. Su
emplazamiento y presencia ha de haber sido todo un acontecimiento social permanente, en las lindes del sector
urbano-residencial en ciernes que era Gascue, barrio tradicional de clase alta y media alta que a finales del
siglo
xx
acusa fuertes transformaciones de uso. Ello permite suponer que en consecuencia y no por casualidad,
allí, en aquel promontorio que dominaba panorámicamente la villa en crecimiento de Santo Domingo, una
vez devuelta la soberanía nacional, previos acuerdos económicos y políticos que posibilitaron la desocupación
militar norteamericana del territorio, se alojara el Gobierno surgido de tan peculiar y coyuntural situación.
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Aunque su análisis, como debe ser, se circunscribe al ámbito venezolano, nos permite especular con algunos
paralelismos, extrapolando juicio que son perfectamente adecuables al ambiente local dominicano. Entre «La
Generala» o la «Receptoría General de Aduanas» o la «Mansión Presidencial», como se le llamó cuando el
general Horacio Vásquez la habitó ya como Presidente dominicano, entre 1924 y 1930, hay ciertos parecidos
además de ambientales, conceptuales y de criterios (por la continuidad y permanencia) que nos son familiares
La Recepción General
de Aduanas que se
convirtió más tarde en
la «Mansión
Presidencial».