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Presencia italiana en el Cibao y Santiago. Siglos
xix
y
xx
ción la volvería a ocupar en 1914. Como secuela de esa trayectoria,
en enero de 1915 fue electo Vicepresidente del Ayuntamiento y en
1917 fue declarado Hijo adoptivo de Santiago.
Otros que pautaron la diferencia dentro del marco generaliza-
dor del comercio fueron Garibaldi Campagna, farmacéutico por
la Universidad de Nápoles y profesor de Farmacia en ella, quien
despachaba recetas en la farmacia de Ulises Francisco Espaillat en
1905; Antonio Pagani, tenedor de libros del mismo establecimien-
to, fallecido en 1905, y los doctores Carlo Felipe (Félix) Cozza,
de Santa Domenica Talao, autorizado a ejercer la medicina me-
diante resolución de 1905 del Poder Ejecutivo;
132
Vicente Griso-
lía, también de Santa Domenica Talao, cirujano, egresado de la
Facultad de Napolés y llegado al País en 1911,
133
y Emmanuele
(Manuel) Senise, este último avecindado en 1911, napolitano, tam-
bién cirujano egresado de la Facultad de Nápoles, ex interno de la
Maternidad de los Incurables y especialista en obstetricia, gineco-
logía y dermosifiliopatía. Una pareja insoslayable en el campo de
las artes plásticas la integraron Oreste Menicucci y Hugo Pardi,
quien utilizaba la forma patronímica Nardi,
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natural de Livorno,
Toscana,
135
pintores de brocha y pincel, retratistas, decoradores y
doradores. La mayoría de los italianos estableció casas dedicadas al
comercio importador
136
y algunos talleres de relativa significación
137
, figurando además en ocupaciones de ser-
vicio y actividades artesanales, siendo merceros
138
, corredores de frutos
139
, buhoneros
140
, joyeros
141
, zapateros
142
,
albañiles
143
, plateros
144
y fotógrafos
145
. De estos oficios, el de buhonero fue, al parecer, en el que se iniciaron los
primeros italianos emigrados, al igual que los árabes. En esta actividad, que no requería entrenamiento, capital
o destreza en el lenguaje
146
, tenían como estrategia la movilidad regional, ubicándose en las ciudades donde la
misma ofreciera mayores oportunidades. En 1889, en una sesión del ayuntamiento, se señaló que buhoneros y
joyeros ambulantes hacían de Santiago el «
lugar de su residencia y centro de sus negociaciones
», lo que evidencia su
preferencia para su desarrollo.
147
Atraídos por esas favorables condiciones, en 1891, provistos de patentes de
buhoneros expedidas por el ayuntamiento de La Vega, llegaron a Santiago Santos Garlotte, Pascual Marino,
Luis Paonesa, José Rossi, Alejandro Caputo y Carlos Grisolía.
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También había algunos italianos empleados por cuenta de terceros
149
, así como sastres
150
, zapateros
151
, para-
güeros
152
, relojeros
153
, artesanos
154
, prenderos
155
, plateros
156
, merceros
157
y pulperos
158
. La venta de artículos de
orfebrería y joyería en las calles, característica entre los migrantes iniciales y llevada a cabo en ocasiones con el
apoyo de sus paisanos
159
, fue una de sus ocupaciones laborales definitorias: joyeros ambulantes en el siglo XX
eran los hermanos Luis y Eugenio Leonetti
160
, este último muerto en 1907
161
; Angel Schiffino, Pedro Riggio,
J. Palermo, Juan Canónigo
162
, José Antonio Trifilio, Luis Trifilio e hijos, Divanna, Orlando & Co., Cam-
pagna Hermanos, Divanna y Hermanos, Trifilio y Forastieri, Nicolás Romano
163
, Campagna y Minervino
164
,
Martucci y Pezzotti, Mugno y Sassone
165
y Bloise y Logaldo
166
. Su identificación en pareja, a los fines de ser
patentados para el ejercicio del comercio, denota que estos últimos laboraban en forma conjunta.
Algunos llegaron a constituir empresas artesanales de cierta significación, como las fábricas de zapatos Las
Tres Estrellas, de Barrella Hermanos, y más tarde de Barrella y Fersola,
167
en la calle General Cabrera,
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cuyos
zapatos tenían como signo distintivo tres estrellas en la suela, y La Marchantón, de Pugliese Hermanos (Vicen-
te y José), así nombrada por el apodo de su padre Nicolás Pugliese Curzio, que la fundó en 1899, en la calle
Duarte, al lado del notario Joaquín Dalmau.
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Los establecimientos comerciales italianos más relevantes eran la Divanna, Grisolía y Co
.
, establecida en 1885,
Tienda de calzados
La Marchantón, en la
esquina de las calles
Duarte y Beller de
Santiago.
Vista interior de la
fábrica y tienda de
calzados La
Marchantón, de los
hermanos Pugliese en
Santiago.