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Introducción del editor
Maggiolo, para defender la Independencia de la República Dominicana. En mi capítulo sobre las relaciones
diplomáticas (
El presente de las relaciones diplomáticas: 2017-2020
), describo cómo desde este descubrimiento ca-
sual nació una celebración anual conjunta entre la Embajada Italiana y la Armada Dominicana en el Panteón
Nacional y con qué emoción el coro de la Armada cantó su himno el día de la Fiesta Nacional de Italia en
2018, himno en el que se citan expresamente a los dos italianos, Cambiaso y Maggiolo.
Profundizando en la historia de Cambiaso, he llegado a saber que sus descendientes, la familia Porcella,
conservaban con orgullo y amor el traje de gala del Almirante Cambiaso. Un descendiente del Almirante,
Enrique Porcella León, al que me presentó la decana del Cuerpo Consular, Clara Reid, me dio la oportuni-
dad de que el fotógrafo italiano Giovanni Cavallaro (las fotos están en el capítulo 10) grabara las imágenes del
uniforme y de los recuerdos conservados. El descubrimiento de estos objetos es una de las muchas curiosidades
y particularidades surgidas al componer las piezas del mosaico de la italianidad de este País.
Para crear nuevas relaciones y volver a recorrer los puentes construidos por los italianos llegados aquí desde
hace siglos, es necesario, sin embargo, conocer y reconocer dichos puentes. Por eso, consideré importante
dedicarme a la creación de un libro que contase, seriamente, las varias articulaciones de la influencia de los
italianos en República Dominicana. Ha sido un placer conocer a tantos estudiosos, trabajar con universidades
y con instituciones culturales, pero también comprobar que personalidades institucionales como el Presidente
del Tribunal Constitucional, Milton Ray Guevara; el Arzobispo de Santo Domingo, Monseñor Francisco
Ozoria Acosta; el Ministro de Asuntos Exteriores, Roberto Álvarez; el Ministro de Industria, Comercio y
MiPymes, Ito Bisonó o el Presidente de la Cámara de Comercio Dominico-Italiana, Celso Marranzini, hayan
querido participar en este trabajo aportando importantes testimonios. Para coronar la lista, está la importante
voz del Presidente de la República Dominicana, Luis Abinader, quien en su insigne prólogo muestra cómo
el mensaje de refuerzo de las relaciones con Italia y el redescubrimiento de las raíces de colaboración pasada
para crear nuevas oportunidades futuras es el principio que guía al nuevo Gobierno, como se vio en la notable
participación, en calidad de ponente e invitado de honor, del Ministro de Asuntos Exteriores, Roberto Ál-
varez, el pasado 22 de septiembre en la Cámara de Comercio Dominico-Italiana, donde tuvo lugar el primer
discurso de un Ministro del gobierno del Presidente Abinader, en un acto internacional en Santo Domingo.
En esta ocasión, el Ministro de Asuntos Exteriores anunció públicamente el compromiso de impulsar las rela-
ciones con Italia, situándolas entre las prioridades de la política del Gobierno del Presidente Abinader (la nota
de prensa del Ministerio de Asuntos Exteriores dominicano se titula:
Canciller Roberto Álvarez reafirma compro-
miso de RD en relanzar relaciones con Italia
). Para conseguir que este deseo dominicano de reforzar aún más los
lazos con Italia tenga éxito, es importante el conocimiento de los lazos históricos entre los dos Países a lo largo
de los siglos y, por ello, estoy convencido de que es verdaderamente relevante que muchos prestigiosos autores
hayan querido escribir y recordar el pasado participando en la creación de este libro y contribuyendo a su éxito.
Gracias al trabajo de los autores de este libro, muchas historias se han dado a conocer, y yo me he sentido
como un arqueólogo frente a testimonios maravillosos e intactos, ocultos por el paso del tiempo, que hay que
redescubrir y sacar a la luz como a un templo antiguo escondido en el bosque. No obstante, a diferencia de un
descubrimiento arqueológico, lo descubierto aquí no es una ruina muerta, sino un conjunto vivo de huellas
culturales, políticas, religiosas, educativas, económicas, tecnológicas y sociales que hasta ahora han constituido
uno de los ejes fundamentales de la identidad cultural de la República Dominicana.
El libro comienza con una visión general de Frank Moya Pons,
Presencia italiana en Santo Domingo. 1492-1900
,
que contextualiza la importancia de diferentes contribuciones italianas para el desarrollo de la República Do-
minicana, y destaca el hilo rojo constituido por el importante papel desempeñado por los mercaderes genoveses
a lo largo de los siglos, incluyendo la aportación fundamental de Giovanni Battista Vicini y de su familia, a
quien se debe la introducción en el País de tecnología para el desarrollo de la agricultura. A este capítulo le si-
guen dos investigaciones muy exhaustivas de los archivos locales de Antonio J. Guerra Sánchez,
Inmigraciones
italianas a Santo Domingo, en el Sur y en el Este de la República Dominicana
y de Edwin Espinal Hernández,
Presencia