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Seguro que también nosotros tenemos nuestras historias de amistad ítalo-dominicana para contar. Quizá este
libro sea un estímulo para hacerlo.
Termino con un deseo muy concreto: muchas de las vidas retratadas en este espléndido volumen son «vidas de
película»: sería bonito verlas en la gran pantalla gracias a una coproducción ítalo-dominicana.
A
ntonella
C
avallari
Secretario General de
I
ila
-Organización Internacional Ítalo-Latinoamericana