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I
talia y América Latina comparten una gran historia y una gran cultura con fuertes lazos creados por las
vastas comunidades italianas gradualmente asentadas en la región. Estas comunidades han contribuido al
desarrollo de los Países latinoamericanos en el ámbito económico, cultural y, en general, al enriquecimiento
de la sociedad civil de un continente en el que viven poblaciones caracterizadas por su fuerte afinidad con Italia
y con Europa.
Uno de los ejemplos más evidentes de estas relaciones culturales y sociales, tan vivas y actuales, es la relación
entre Italia y República Dominicana, un País cuyo vínculo con Italia, nacido en los siglos pasados, se ha ido
consolidando. Los mercaderes genoveses llevaron a la República Dominicana ideas, tecnología y capital,
transformando el sector agrícola y mercantil y contribuyendo al desarrollo económico del País. Sin embargo,
también transfirieron conocimientos, competencias profesionales y valores que contribuyeron a la creación y
consolidación de las instituciones dominicanas más importantes, la primera de ellas la Marina, fundada por
Juan Bautista Cambiaso, mercader genovés que con su flota participó en la lucha por la Independencia de
República Dominicana, y aceptó, después, el cargo de Cónsul italiano.
Otros sectores en los que todavía se puede ver la huella italiana son el económico, educativo, periodístico,
artístico, arquitectónico, cinematográfico y literario. Hemos hecho un gran esfuerzo para que las páginas escritas
por italianos en la historia dominicana fueran adecuadamente valoradas y conocidas entre la comunidad de
ítalo-descendientes residentes en el País. Podemos decir que los italianos y la cultura italiana han sido un aporte
fundamental en la definición de «patrimonio genético» de la República Dominicana y han participado de
manera decisiva en la elaboración de una cultura nueva y compartida.
Este volumen, promovido por la Embajada italiana en Santo Domingo, se propone el interesante objetivo
de incluir y ordenar, en un marco único, historias significativas de amistad y de colaboración hasta ahora
desconocidas o conocidas de manera parcial e incompleta. Asimismo, pretende divulgarlas para crear una
mayor conciencia del papel de la comunidad italiana en República Dominicana y de las oportunidades que
todavía quedan por aprovechar, ya sea en los ámbitos tradicionales de colaboración o en otros sectores para
crear sinergias.
En calidad de Director General de Asuntos Globales quiero señalar, en particular, que este libro ha sido muy
apreciado por la Ministra de Cultura dominicana y que en él participan, con sus valiosas intervenciones, los
Ministros de Asuntos Exteriores e Industria, el Presidente del Tribunal Constitucional, y otras relevantes
personalidades dominicanas, como el Arzobispo de Santo Domingo, que han decidido apoyar la reactivación
de las relaciones entre ambos Países.
La invitación a ser más ambiciosos, en virtud de las sólidas raíces históricas que unen a Italia y a la República
Dominicana, es reiterada por el Presidente de la República Dominicana, Luis Abinader, quien en su prólogo
anima a reforzar aún más
«nuestros lazos comunes para que sigamos escribiendo hermosas páginas de historia juntos».