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El monumento funerario de Alessandro Geraldini

A su llegada a la ciudad, Geraldini encontró una pequeña iglesia de madera cubierta con hojas de palma cana,

que servía como iglesia de la villa desde antes de la creación de la diócesis en 1511. Por tal motivo, apresuró el

inicio de la fábrica de la Catedral de Santo Domingo, bendiciendo la primera piedra el 25 de marzo de 1521.

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En ese momento reinaba el emperador Carlos V y la reina Juana, y fungía como presidente del Consejo de

Indias el obispo Juan Rodríguez de Fonseca, personaje muy influyente en la toma de decisiones en asuntos

indianos y quien probablemente envío las trazas de la nueva catedral de Santo Domingo.

Hasta el momento las trazas de la catedral están desaparecidas, pero es muy probable que en ella hayan actuado

más de un maestro y que el proyecto original haya tenido alguna variación, pues hay documentos y huellas en

el edificio que así lo indican. La Catedral de Santo Domingo es tardogótica, modelo Hallenkirche castellano,

un tipo de iglesia columnaria en la que intervenían elementos «modernos» y «romanos», como se le llamaba

en esa época.

La obra fue detenida y reiniciada varias veces con algunas modificaciones. La primera vez que se detiene fue

tras la muerte de Geraldini el 8 de marzo de 1524. En ese momento tomó las riendas de la obra el deán Rodrigo

de Bastidas. Esta segunda campaña constructiva duró apenas tres años, paralizándose de nuevo a finales de

1527, cuando Bastidas va a España.

La tercera campaña constructiva inicio en 1528, momento en que llegan nuevos constructores a la catedral.

Se paraliza la obra de nuevo en 1531 por problemas económicos y se nombra a Bastidas obispo de la Diócesis

de Coro (Venezuela). Pero Bastidas no permaneció mucho tiempo en Coro y regresa a Santo Domingo para

retomar la obra. En 1535 hay noticias de lo avanzada que estaba la obra de la catedral. Los constructores se

apresuraron a cerrar la nave central, laterales y las capillas hornacinas, para iniciar la función litúrgica del tem-

plo y en noviembre de 1537 Rodrigo de Bastidas da la primera misa en la Catedral. La consagración al culto

de la catedral se realizó el 31 de agosto de 1541, siendo el obispo Alonso de Fuenmayor. Una cuarta campaña

constructiva inicio en 1542 con la construcción de la torre del campanario la cual se detiene en 1546. Es en

este momento cuando se construye el mausoleo del obispo Alessandro Geraldini y se realizan modificaciones

importantes en el interior de la catedral.

El arte sepulcral en el Renacimiento español

La muerte ha sido entendida de diferentes maneras a lo largo del tiempo dependiendo de la sociedad a la que se

refiera. En la historia, las tumbas o mausoleos suelen protagonizar un papel importante, se vuelven elementos

característicos de algunas regiones y culturas, reflejan aspectos religiosos, ideológicos, representan el estatus

social tenido en vida y demuestran poder político y económico. Los monumentos funerarios pasan de ser el

lugar que contiene los restos mortales de una persona a convertirse en testimonio de vida, símbolo de poder y

grandeza, del paso por el mundo de un personaje que hizo tal o cual hazaña. Se vuelven un santuario destinado

al culto de la memoria del difunto por miedo a caer en el olvido.

La Edad Media finaliza con una Europa dividida en cuanto a filosofías e ideas se refiere, debido a la situación

sociopolítica de cada región. En la península ibérica todavía prevalecía la filosofía medieval, donde Dios y el

cristianismo eran el centro de todas las actuaciones, colocando al ser humano en un segundo plano, invitándolo

a pasar desapercibido, muchas veces anónimos. Este pensamiento se incrementa con los Reyes Católicos quie-

nes utilizan la religión como el punto común para unir los reinos de la península, integrar a los musulmanes y

judíos, y colonizar los nuevos territorios de ultramar.

Por otro lado en Italia llegaban las ideas humanistas y antropocéntricas, que consideraban al ser humano como

el centro de todas las cosas. A mediados del siglo

xv

, con la invención de la imprenta por el alemán Johan-

nes Gutenberg y los intercambios culturales y científicos que se dan en ese momento, se expanden las ideas

humanistas por toda Europa. Estas corrientes llegan a España como consecuencia de las relaciones políticas y

militares con Italia.