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El monumento funerario de Alessandro Geraldini
cargo por varios años el cobro de los diezmos. Según un interrogatorio de 1532,
Diego del Río «
haze los dichos diezmos y el los cobra y los da y rreparte segunde como le
parece syn yntervenyr en la división ny hechura dellos a publico notario y del cabildo como lo
manda la erección para que se dellos de fee entera cada e quando que convengan a la persona o
personas que lo demandaren
».
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La capilla es de planta rectangular casi cuadrada, de unos 17,5 pies castellanos
(4,88 m) por 16 pies castellanos (4,48 m). Está cubierta por una cúpula circular
de piedra, una especie de bóveda esférica que descansa sobre pechinas en forma
de conchas, muy común de la cantería renacentista. De su centro parten dos ani-
llos tallados y decorados a manera de guirnalda de flores y frutas, delicadamente
pintados con colores pasteles. Esta pintura se descubrió en 1988 durante unos
trabajos de restauración, procediendo de inmediato a sacar a la luz todo el color
original que había.
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La planta cuadra o casi cuadrada y la cúpula circular son expresiones con una
clara significación dentro del Humanismo, pues el cuadrado es imagen de lo
terreno y humano mientras que el círculo, figura perfecta como nos dice Platón
en el
Timeo
y en el
Filebo
, es expresión de lo celeste.
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Por tanto al colocar estos dos
elementos en la capilla se representa lo humano y lo divino, la permanencia de las
virtudes y la nobleza del difunto más allá de la muerte. Indica que la persona que
ha muerto va a la eternidad por haber sido fiel seguidor de las virtudes cristianas.
En un principio la capilla hornacina tenía en la entrada un arco ojival o apun-
tado como todas las demás, pero al momento de su construcción fue modificado
cambiándolo por un arco de medio punto, flanqueado por dos columnas de
estrías con capitel corintio y base cuadrada, muy al estilo renacentista del mo-
mento. Sus muros son de mampostería de piedra, excepto el muro oeste que es de
tapia, el cual comparte con la próxima capilla. En el muro oriental hay una gran
hornacina de escasa profundidad, que posiblemente sirvió de retablo en algún
momento. Algunos mencionan que pudo haber estado allí un altar ya que en
un inicio la capilla estuvo «dedicada a S. Cosme y S. Damián»,
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los médicos
gemelos.
En el muro norte de la capilla está adosado el sepulcro de Geraldini. En el mismo
muro, a ambos lados de la tumba, hay dos ventanas de arco de medio punto y tracería de piedra, que permite
la entrada de luz. El monumento es de piedra caliza coralina, probablemente procedente de la misma cantera
del resto de la obra de la Catedral. El monumento que guarda los restos mortales del Obispo Alessandro
Geraldini es un arco de triunfo, enmarcado por un entablamento reducido, apenas por unas franjas rectas que
conforman la cornisa con un friso sin decoración y el arquitrabe de dos platabandas de pequeñas dimensiones.
Sobre el entablamento en cada esquina hay un jarrón o ánfora de boca ancha (tal vez un cáliz)
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que se en-
cuentran mutilados, al colocarle sobre ellas una pechina en forma de concha. En el medio, arriba, hay una tarja
imitando un pergamino, que dice «Esta capilla fue edificada por el Can. Diego del Río». El entablamento
descansa sobre dos pilastras de fuste rectangular con molduras. Las pilastras tienen capitel decorado con hojas
de acanto en las esquinas y con caulículos que se encuentran bajo la talla de una flor en el centro. Las bases de
las pilastras tienen una basa sencilla, con pedestal con moldura y zócalo sencillo. Las pilastras aportan valores
clásicos, como las tradiciones greco-romanas de honestidad y justicia, en el espacio interior.
De las pilastras sale un arco abocinado de medio punto que consigue la perspectiva tan utilizada en el Rena-
cimiento, logrando poner la mirada en el centro del sepulcro. El intradós del arco está decorado a manera de
casetones de clara ascendencia renacentista. En el exterior, como demarcando el arco, está tallado una especie
Tarja colocada en lo
alto del muro norte del
monumento funerario
de Geraldini, en la cual
se describe que la
capilla fue mandada a
construir por el
canónigo, luego
tesorero de la
Catedral, Diego del
Rio, criado del Obispo
Alessandro Geraldini.
Bóveda de la Capilla del
Cristo en la Agonía o
de Geraldini. Bóveda de
piedra, esférica que
descansa sobre
pechinas en forma de
conchas, muy común
en la cantería
renacentista.