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Historia de la Cámara de Comercio Dominico-Italiana
constitutiva de la historia humana y económica de la nación. Son los hombres y mujeres que, con iniciativa
y coraje, pero sobre todo con una visión del futuro, han creado algunas de las empresas más importantes del
País que emplean a miles de personas y son la columna vertebral de la economía de República Dominicana.
La nueva Junta Directiva de la Cámara de Comercio Dominico-Italiana hace uso de la contribución
apreciable del Embajador de Italia Andrea Canepari que desde el principio de su mandato ha querido dar
más énfasis a la importancia que juega la Cámara de Comercio Dominico-Italiana en la promoción del
Made
in Italy
en la República Dominicana donde, según la Encuesta Nacional de Inmigrantes 2012, residen de
manera legal más de 12.000 italianos.
De gran interés es la historia de la familia Marranzini. Aprincipios del siglo
xx
un grupo de hermanos y primos
del Presidente de la Cámara de Comercio Dominico-Italiana, llegó a República Dominicana procedente de
un pequeño pueblo italiano, Santa Lucia di Serino, una comuna de la provincia de Avellino en la región de
Campania.
LiberatoMarranzini se casó conConcettaD’Amore y llegaron a finales del siglo
xix
con sus hijos Constantino,
Pascual y Mariucha. El abuelo Constantino se casó con Amelia Jorge, hija de libaneses, radicados en la
provincia de Azua. Del matrimonio nacieron Constantino y José del Carmen. Fuera del matrimonio, Arsenio
Lebrón.
Constantino Marranzini D’Amore se dedicó al comercio, con presencia por toda el área sur del País, haciendo
muchas veces de banquero y organizando el sector comercial en San Juan de la Maguana, donde organizó y
fue el primer Presidente de la Cámara de Comercio y Producción.
José del Carmen no se casó y mi padre Constantino se casó con María Altagracia Pérez Pintado, hija del
ciudadano español Celso Pérez López y de Carmen Pintado Rodríguez, oriunda de Puerto Rico, de padres
españoles.
Los hijos de Constantino y María Altagracia fueron Celso, Constantino, Alfredo y Andrés. A pesar de
la corta descendencia de Constantino y Amelia Jorge, los Marranzini Pérez se han convertido en una larga
familia de 14 nietos y 25 biznietos. Esta larga familia ha tenido incidencia en el Derecho, con Andrés y
la Oficina de Abogados Marranzini; en la Arquitectura, donde Alfredo se graduó en Restauración de
Monumentos, en el Centro Studi per il Restauro dei Monumenti e il Centro Storico de la ciudad de Florencia,
Italia; en la Medicina, con Constantino (fallecido); y en el área Química y de plásticos, con tecnología en
muchos casos italiana, con Celso, y en el área social, empresarial y en el Gobierno como Secretario de Estado
y Vicepresidente Ejecutivo de la Compañía Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales. Los nietos en áreas
tan diversas como derecho, seguros, banca, gastronomía.
De igual interés es la historia de Angelo Viro. En el año 1988, fundó CerArte, con la finalidad de comercializar
materiales de revestimiento para pisos y paredes. Con el propósito de ampliar su línea de productos y servicios,
en el año 1999 se realizó la apertura de una tienda con el nombre CerArte Accesorios, ofertando al público
Junta Directiva
completa de la Cámara
de Comercio Dominico-
Italiana. De izquierda a
derecha: Primer
Vicepresidente Felipe
Vicini, Consejera
Jeanne Marion
Landais, Consejero
Juan Antonio Bisonó,
Consejero Carlos Ros,
Secretario de la Junta
Directiva Angelo Viro,
Tercer Vicepresidente
Miguel Barletta,
Secretario General
Francesco Alfieri,
Consejero
Massimiliano Wax,
Presidente Honorario
Su Excelencia Andrea
Canepari, Presidente
Celso Marranzini,
Segundo
Vicepresidente Su
Excelencia Frank
Rainieri, Consejero
Giuseppe Bonarelli,
Consejero Diego
Fernández, Consejero
Manuel Pellerano,
Consejero Salvador
Figueroa, Consejero
Roberto Herrera.