Previous Page  278 / 540 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 278 / 540 Next Page
Page Background

276

El ingeniero Guido D’Alessandro y la construcción del Palacio Nacional

formatos y técnicas de presentación, que fueron mostrados en los

salones del Palacio del Arte y del Buen Retiro (28 de abril de 1929).

A. K

esley

,

Concurso

cit., p. 155

6

Tras el azote del ciclón de San Zenón, el 3 de septiembre de

1930, diversas labores de reconstrucción fueron llevadas a cabo en

todo el territorio dominicano, principalmente en la ciudad capital,

casi totalmente destruida por el paso del meteoro sobre su núcleo

urbano. Del Toro Andújar propuso ideas que no fueron tomadas

en consideración, entre ellas la recuperación de las franjas paralelas

a la muralla para crear un parque lineal de protección de las mismas.

Pero sus ideas, más que urbanas, fueron interpretadas como políticas

y en consecuencia ignoradas con gran desplante, al extremo de que

debió partir hacia el exilio en Caracas donde murió el 8 de marzo

del 1953. Había nacido el 1 de julio de 1892. Archivos del Grupo

Nuevarquitectura (

G

na

).

7

Joseph Lea Gleave había nacido en Cheshire, Inglaterra, en 1907.

Fue director de la Escuela de Arquitectura de Manchester, donde

estudió la carrera. Murió el 10 de enero del 1965 (foto en la «Revista

La Española 92», n. 3, octubre 1988, de la Comisión Dominicana

del Quinto Centenario del Descubrimiento y Evangelización de

América).

8

El arquitecto Dunoyer de Segonzac, autor junto a Pierre Dupré

del proyecto ganador de la Basílica Catedral Nuestra Señora de la

Altagracia, en Higüey (1944), en una entrevista que nos concediera

en 1982 (Grupo Nuevarquitectura Inc.,

G

na

, en compañía del

arquitecto Omar Rancier) nos narró que el dictador le pidió un

templo similar pero de mayor tamaño, para ser construido en ese lugar.

De Segonzac le alegó que en realidad el santuario estaba en Higüey y

no en Santo Domingo. Archivos del

G

na

.

9

M.

de

J. M

añón

A

rredondo

,

Viejos nombres de terrenos y lugares

del Distrito Nacional

, en «Listín Diario», 17 de agosto de 1983, p. 11.

10

El arquitecto inglés Joseph Lea Gleave, ganador de la segunda

etapa del concurso, dilucidada en Rio de Janeiro, 1931, entregó los

planos definitivos en 1948. Archivos del

G

na

.

11

Ver «Revista Municipal del Distrito», julio-agosto de 1942.

12

El licenciado Giuseppe Rímoli, en conversaciones informales sobre

la construcción del Palacio Nacional, nos narró evocaciones muy

íntimas, relacionadas con sus más cercanos familiares, inmigrantes

italianos que debieron separarse, unos quedándose en República

Dominicana y otros siguiendo viaje hasta Brasil. Su padre, Humberto,

que había llegado desde Italia en 1935, trabajó como jefe de almacén

de la obra y su tío César, llegado desde Brasil en 1922, lo hizo en

calidad de secretario personal del ingeniero D’Alessandro.

13

Ver

B. V

ega

,

Nazismo, Fascismo y Falangismo en la República

Dominicana

, Fundación Cultural Dominicana, Santo Domingo

1985.

14

El arquitecto Romualdo García Vera había trabajado, además,

junto a Antonin Nechodoma (1889-1928), de origen checoslovaco y

nacionalizado norteamericano, y Benigno de Trueba y Suárez (1887-

1948) en la restauración v consolidación del campanario central del

templo de San Pedro Apóstol de San Pedro de Macorís a finales de la

década del veinte. Su cuerpo sin vida fue encontrado baleado, el 30 de

noviembre del 1935, cuando aparentemente se dirigía hacia la obra del

Edificio Diez, donde laboraba con De Trueba. Archivos del

G

na

.

15

M

añón

A

rredondo

,

Viejos nombres

cit.

16

SilviaHernández de Lasala, arquitecta e investigadora venezolana en

su didáctico texto titulado

Malaussena

(editorial Ex-Libris, Fundación

Pampero, Caracas 1990) que versa sobre la obra de la influyente

familia de arquitectos venezolanos Antonio y Luis Malaussena, en los

capítulos

La Representación Urbana del Proyecto de la Nueva Sede del Poder

Ejecutivo

(pp. 300-311) nos hace rememorar similitudes surgidas de la

herencia del lugar, la costumbre del sitio y el arraigo pre-existencial

para el caso de Santo Domingo, analizar la relación entre la ciudad

y el edifico sede del Gobierno nacional. Leamos lo que ella escribe:

«

Aunque el Palacio de Miraflores existente no fue concebido originalmente

como sede del Gobierno, sino como residencia privada de Joaquín Crespo, se

puede afirmar que desde mucho antes de 1950 esa edificación constituía ya, tanto

para el hombre común como para aquel que abrigara esperanzas de alcanzar la

primera magistratura, el símbolo de la máxima jerarquía del poder, representado

en Venezuela por la figura del Presidente de la República

».

17

R. S

egré

P

rando

,

Atributos de la centralidad urbana: los símbolos de las

estructuras del Estado Burgués

, en

Las Estructuras Ambientales de América

Latina

, Siglo

xxi

Editores, Madrid 1977, pp. 134 y 135.

18

Para mayores informaciones sobre el particular, recomendamos la

lectura del texto

Arquitectura Dominicana en la Era de Trujillo

, elaborado

por el arquitecto Henry Gazón Bona (1909-1982), mayor del Ejército

Nacional, prolífico constructor de origen francés que diseño una

enorme cantidad de edificaciones institucionales durante el régimen

dictatorial de los Trujillo. A él se deben, entre otras no menos notables

obras, los prototipos de «palacios» del Partido Dominicano, el

«Monumento a la Paz de Trujillo», actual «Monumento a los Héroes

de la Restauración» (o simplemente «Monumento de Santiago») y el

Castillo de El Cerro, en San Cristóbal. Una relación pormenorizada

de las obras de ese período puede ser consultada leyendo los tomos

I

y

II

de

Las Obras Públicas en la Era de Trujillo

(Colección «La Era de

Trujillo: 25 años de historia dominicana»), de 1955, elaborada por el

ingeniero Juan Ulises García Bonnelly.

19

Ver «Revista de la Secretaria de Interior, Policía y Marina», 1,

septiembre 30 de 1927.

20

En su inmejorable obra

Historia Crítica de la Arquitectura Moderna

cit., Kenneth Frampton, en la segunda parte de su trabajo aborda

La arquitectura y el Estado. Ideología y representación. 1914-1943

(p. 212)

y acota lo siguiente:

«La tendencia modernista de reducir toda forma a la abstracción,

creó una modalidad insatisfactoria en la cual representar el poder y

la ideología del Estado. Esta inadecuación iconográfica justifica en

gran parte la supervivencia de un enfoque historicista del edificio en

la segunda mitad del siglo

xx

. Se debe a Henry-Russell Hitchcok,

cohistoriador, hace ya largo tiempo, la percepción de la necesidad de

reconocer la persistencia de esta tradición residual. Sin embargo, su

término “la nueva tradición”, acuñado en 1929 en un esfuerzo para

distinguir cierta tendencia conservadora en las obras de los pioneros,

apenas ha resistido la prueba del tiempo... En un sentido general,

el término puede ser tomado como

prueba de la impotencia de la forma

abstracta para comunicar

» (sic). Subrayado de Emilio José Brea García.

21

Situado en los límites barriales de la «Ciudad Nueva» y el ensanche

«La Primavera» enfatiza subliminalmente el futuro discurso de

las formas publicas-abiertas y es resuelto con el discreto encanto

de un aterrazado que se presenta hacia el sur, buscando las vistas

predominantes del mismo para rematarse al centro, en su punto más

alto, con una alberca que replica las aguas. Hubo allí una fuente

majestuosa que daba paso al cierre edificado de instalaciones de apoyo

en un solo nivel, rodeado por arcadas y con sólidas paredes desprovistas

de colores. El Parque es esencialmente infantil, verificación que

permiten hacer sus contrahuellas que ascienden suavemente por los

desniveles del pavimento.

22

Multipiso de masa novedosamente curvada en la reverente

esquina de la histórica calle El Conde (de Peñalba), gestual acierto

que disminuye su presencia en el nivel bajo y resana hacia planos

profundos sus superficies verticales para dar la tímida sensación de

suspensión al resto de la edificación que se levanta discreta hasta los

cinco pisos. Al mismo tiempo dota a la acera de un pasaje cubierto

en moderna alusión a las antiguas arcadas, aunque esta vez lo hiciera

con el recurso del voladizo estructural y no con los soportes de las

columnas que se quedan más retiradas, dejando el protagonismo a las

masas de los primeros planos.

23

Su obra cumbre. Ponderada y afamada sobre todas las edificaciones

de la época no solo en territorio nacional, sino más allá, donde

sirvió de inspiración. Su impacto trasciende en la historia local y

regional (de la arquitectura del Caribe y las Antillas). Demolido

en 1985 tras una ardorosa polémica que involucró intereses

económicos y políticos de turno, el inmueble era una testimonial