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Las murallas de Santo Domingo y la documentación de los trabajos de los Antonelli
Las murallas de Santo Domingo y la
documentación de los trabajos de los Antonelli.
Un proyecto de investigación para el estudio de
los caracteres de construcción de la arquitectura
militar dominicana
S
andro
P
arrinello
DICAr Departamento de Ingeniería Civil y Arquitectura de la Universidad de Pavía.
E
s muy bien conocida la contribución ofrecida por la familia
Antonelli en la definición de los caracteres de construcción
de las fortificaciones españolas en el Nuevo Mundo.
Los Antonelli, ingenieros militares italianos al servicio de la
Corona española, planificaron un teatro de fortalezas en el Caribe
para defender las colonias de la amenaza de los piratas. Dicha
planificación caracterizó en manera determinante el desarrollo
de los sistemas urbanos y de las infraestructuras que guiaron el
proceso de colocación en las Américas, sin embargo, no obstante
tal consideración histórica, no son muchas las informaciones que
se tienen sobre la contribución específica que Battista Antonelli,
la figura más notable en este proceso, aportó en la definición de las
fortificaciones de Santo Domingo.
Muchas veces en volver a dibujar el perímetro defensivo de importantes ciudades como Panamá, Cartagena,
Portobelo, Veracruz, San Juan o La Habana, el trabajo del ingeniero militar italiano coincidió con el definir
morfologías significativas que caracterizaron la instalación urbana completa y no solo el recinto defensivo.
De la conformación de las murallas y de las baterías dependía no solo la imagen con la cual la ciudad se
presentaba a quien llegaba, sino que en general el diseño del recinto y del límite urbano se relacionaba en modo
no secundario con la conformación del tejido interno de las calles y de las plazas, dispuestas generalmente
con una malla regular que encontrara en su propia orientación una más confortable exposición sea a las
condiciones climáticas que a las exigencias de comunicación y de control directamente dependientes con el
sistema defensivo. A dichos aspectos se debe sumar después un necesario conocimiento y un general control de
la orografía, de los desniveles y de las calidades de los suelos sobre los cuales la ciudad era edificada, aspectos de
los cuales dependían ya los caracteres de construcción que interesaban las fortificaciones pero, más en general,
el entero sistema de infraestructuras de que la ciudad necesitaba.
Las estructuras fortificadas «en modo moderno» se caracterizan por el diseño de geometrías que confieren a
las albañilerías una procedencia poligonal previendo una inclinación de la cortina de muros suficiente para
absorber los ataques de las nuevas armas de artillería que desde hacía poco habían aparecido en los campos de
batalla. Si las teorías relacionadas a dichos modelos se atribuyen a los grandes teóricos del Renacimiento italiano
y se pueden fechar hacia la mitad del siglo
xv
, es durante el siglo
xvi
que dichas consideraciones encuentran su
más amplia difusión y la más provechosa experimentación. Con el descubrimiento de América el campo de
batalla cambia aspecto y las defensas de las costas, que España estaba experimentando en el Mediterráneo para
protegerse de las amenazas de los corsarios barbáricos, encuentran en los territorios de ultramar el más amplio
campo de experimentación y de vanguardia. En el curso de los años después del descubrimiento del Nuevo
Dibujo de la ciudad
colonial por el
ingeniero militar
Battista Antonelli.
Destacan los dos
proyectos para el
desarrollo del muro
defensivo: el primero,
más grande hacia el
oeste, requerido por
los habitantes de la
ciudad y el segundo,
que reduce la
extensión del
perímetro fortificado,
por Battista Antonelli.
Página anterior:
Imágenes de la
Fortaleza Ozama, el
monumento fortificado
más importante de
Santo Domingo y la
única fortaleza de estilo
medieval en América,
tomadas junto con la
limítrofe batería baja.
En su conjunto, la torre
y la batería describen la
evolución del sistema
defensivo a lo largo del
curso del río Ozama.