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La elección de la libertad

primera línea en las batallas más duras, como

la del puente Duarte, el 27 de abril; organizó y

entrenó a los civiles en el uso de armas y técnicas

de guerrilla, y se convirtió en jefe de la escolta

personal de Camaaño. Cuando el Presidente

de los Estados Unidos, Lyndon B. Johnson,

anunció el envío de miles de soldados a Santo

Domingo (oficialmente para proteger la vida de

los ciudadanos norteamericanos en el país, pero en

realidad, en el temor que la revuelta se convirtiera

en una segunda revolución cubana), Capozzi,

hablando despacio con su fuerte acento italiano,

invitó a los combatientes constitucionalistas a no

rendirse: «

Los norteamericanos tienen una cabeza, dos

brazos y dos piernas. No son ningún fenómeno, les entran

las balas como a todo el mundo

».

11

William Tapley Bennett, el Embajador norteamericano que recomendó al Presidente Johnson el envío de los

marines

, estaba convencido de que el levantamiento constitucionalista estaba dirigido por comunistas; una visión

sin fundamento pero alimentada por las obsesiones geopolíticas de la Guerra Fría. Capozzi demostró ser más

lúcido que el diplomático norteamericano. En una entrevista con un periodista italiano, poco antes de su muerte,

Capozzi explicó que entre los insurgentes había solo unos pocos cientos de comunistas. «

Los más locos

», explicó,

«

son los del Movimiento [Revolucionario] 14 de Junio [...], pero más que comunistas o castristas, son nacionalistas antiamericanos,

con los que, por lo tanto, me entiendo muy bien

».

12

La evaluación del Embajador italiano en la República Dominicana,

Roberto Venturini, era similar: «

El Gobierno constitucional del coronel Caamaño [...es] progresista pero no comunista

».

13

También el encargado de negocios británico, Stafford F. Campbell, opinaba lo mismo, y en sus telegramas a

Londres no escatimó en ironías sobre la superficialidad de los aliados norteamericanos.

14

Capozzi terminaría cayendo en la tarde del 19 de mayo de 1965, junto con el coronel Rafael Tomás Fernández

Domínguez, líder político de los constitucionalistas, y dos líderes del Movimiento 14 de Junio, Juan Miguel

Román y Euclides Morillo, en un fallido asalto al Palacio Nacional, ocupado por los militares golpistas

apoyados por las tropas norteamericanas. En el asalto Montes Arache también es herido. Capozzi, a la cabeza

de una de las tres columnas que tratan de llegar al Palacio, fue quien más logró acercarse al objetivo, antes de

ser alcanzado dos veces por balas y caer sin vida.

La noche anterior, contaría más tarde un voluntario de su columna, Capozzi había reunido a los muchachos

que participarían en el asalto y por primera vez había hablado de sí mismo. Dijo haber luchado contra los

partisanos yugoslavos y luego contra los partisanos italianos en las montañas alrededor de Venecia, hasta que su

unidad se vio obligada a abandonar la frontera en 1945. En ese momento, dijo, creía que el honor e Italia debían

ser salvados del comunismo. «

He sido un soldado toda mi vida, siempre del lado equivocado

», admitió. Pero finalmente,

en la República Dominicana, lo había entendido. Y ahora iba a morir del lado correcto. Capozzi agradeció

a los voluntarios y los invitó a intentar dormir un poco, porque el día siguiente sería difícil.

15

Cuando todo

terminó, la radio de los golpistas dio la noticia del fallido ataque de la siguiente manera: «

En un desesperado intento

de tomar el Palacio Nacional, un grupo de matones comunistas fue rechazado abrumadoramente. Entre los que murieron [...]

Idririo (sic) Capozzi, un comunista italiano que trabajaba como instructor de los hombres rana de la Marina Dominicana

».

16

Antes de partir para la última misión, Capozzi se quitó el reloj y se lo confió al Presidente Caamaño. Cuando

la Revolución de Abril fue derrotada y Caamaño se exilió, se llevó el reloj. Lo llevaba en la muñeca cuando

pasó por Roma meses después y conoció a la viuda y al hijo de Capozzi. «

Ese era el reloj de tu padre

», explicó

Elida a su hijo Alessandro.

17

Artículo publicado el 6

de junio de 1965 en el

semanario «Domenica

del Corriere», entonces

la revista de

información italiana

más difundida. La foto

de la derecha muestra

a Capozzi con un rifle

en la mano, junto al

Presidente Camaaño.