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Raíces y fortaleza de las relaciones entre Italia y República Dominicana
de la Liguria y de la zona adyacente a Génova (tierra original del almirante Cristoforo Colombo), estaban las raíces
de familias dominicanas de orígenes italianos como Bonetti, Billini, Campillo, Cambiaso y otros tantos que después
tuvieron protagonismo decisivo en episodios y épocas importantes de nuestra historia nacional.
Asimismo, ya en el siglo
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, en el decenio 1930-1940, cuando se presenta en la vida y la historia de la humanidad una
de esas crisis que crean momentos dramáticos, la radio juega un papel clave en el acercamiento entre Italia y la Repú-
blica Dominicana. A mediados de esa década las comunicaciones electrónicas del siglo
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apenas tenían de referencia
la radio que había descubierto o inventado el italiano Guglielmo Marconi. Este instrumento entonces eficaz y rápido
servía para conectar por radio y voz a italianos y dominicanos en determinadas horas que se programaban en específicos
momentos de cada día, como puede verse en los documentos que reposan en el Archivo Histórico del Ministerio de
Relaciones Exteriores de Italia.
Cuando, el 1 de septiembre de 1939, estalló la Segunda Guerra Mundial, un realineamiento de Estados en aquel con-
flicto planetario alejó Gobiernos, pero no pudo romper lazos construidos por siglos entre pueblos y naciones. La Italia
fue subyugada por un régimen fascista que la dominó desde el año 1922, cuatro años después de la Primera Guerra
Mundial (1914-1918). Aliada al Imperio japonés y a la Alemania nazista de Adolfo Hitler, el Gobierno de la Italia de
Benito Mussolini rompió sus relaciones con el Gobierno de la República Dominicana hasta que después de finalizada
la guerra en 1945 se normalizaron las relaciones.
Este es el único episodio triste en nuestras relaciones como Estados que debemos recordar y el sufrimiento de los italianos
residentes en la República Dominicana que cada semana debían reportarse para fines de chequeo policial al cuartel más
cercano. El régimen dictatorial de Rafael Leónidas Trujillo Molina a partir del mes de diciembre de 1941 le declaró la
guerra al Eje (Italia, Alemania y Japón). La dictadura trujillista se puso en el frente constituido por los Estados Uni-
dos, Gran Bretaña y la Unión Sóvietica en contra de los regímenes totalitarios de Alemania, Italia y Japón. Hace unos
años encontré en los archivos italianos correspondencias que muestran las situaciones difíciles que sufrieron ciudadanos
italianos ajenos a estos conflictos entre grandes potencias estatales.
Pueblos y raíces
La historia demuestra que por encima de los intereses temporales de los organismos paraestatales están las raíces profun-
das que enlazan a las naciones y lo demuestra el ejemplo de los pueblos dominicano e italiano. Los episodios coyuntu-
rales y las decisiones sabias de sus líderes con visión se ponen al final por encima de los obstáculos.
Durante la Segunda Guerra Mundial por el territorio de la península Italiana pasaron los ejércitos de veinte países que la
invadieron. Después el mundo se reordenó. La República Dominicana fue uno de los países miembros de las Naciones
Unidas en el 1945. Italia ingresó al organismo mundial después que cambió su forma de organización estatal al crearse
la República Italiana por plebiscito en 1946 y proclamar su nueva Constitución en 1948.
A partir de entonces, se normalizaron completamente las relaciones entre la nueva República Italiana y la República
Dominicana a nivel de Embajadores extraordinarios y plenipotenciarios. Se notó en el decenio posterior a 1950, cuando
llegó al país poco a poco un grupo de técnicos e ingenieros y obreros italianos que provenían de una Italia en franca
reconstrucción de postguerra, y en distintos acuerdos entre los dos Estados que se suscribieron y en las instalaciones de
misiones diplomáticas estables que han prevalecido durante setenta años.
Desde 1963 en adelante
La historia más importante reciente, desde hace seis decenios, entre Italia y la República Dominicana, ha sido gloriosa
en el sentido de que se han incrementado las relaciones entre los dos pueblos y los dos Gobiernos. Cabe señalar que en el
Archivo de la Presidencia de la República italiana hay algunos documentos interesantes, entre ellos los que tienen que
ver con la primera visita que realizó a Italia un Presidente dominicano. Se trata de la estadía del Presidente electo Juan
Bosch, quien acompañado de su esposa, fue recibido con todos los honores de Jefe de Estado en enero de 1963 por el
Presidente de la República Italiana Antonio Segni. Bosch fue electo el 20 de diciembre de 1962 en las primeras eleccio-
nes democráticas después del régimen dictatorial que dirigió Trujillo en la República Dominicana entre los años 1930
y 1961. Bosch visitó Europa después de ser recibido en la Casa Blanca por el Presidente John Fitzgerald Kennedy. En
Europa, además de reunirse con el Presidente de Italia, sostuvo reuniones oficiales con Charles de Gaulle en Francia y