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Alessandro Geraldini vs Rodrigo de Figueroa
sufren los indios pobres en las minas donde se ven obligados a trabajar; pero también a tanta violencia gratuita
por sí misma: «
Otra parte de los hombres, por otro lado, se trasladó a lugares remotos en las montañas, alimentándose solo de
cangrejos, murió bajo estrés; o, no descansando durante el largo trabajo, exhalaron el alma repentinamente, o fueron asesinados
con un golpe de espada por aquellos que estaban a la cabeza de esa gente infeliz
» (
Itin
. XVI 19); «
Añado, ¡en Dios inmortal!
-de hecho, desde que era un niño, he aborrecido de los rumores de que muchos de nuestros Españoles, hombres que no tenían nada
en común con la nobleza mental, cuando querían probar si la hoja de las espadas cortaba bien o mal, cortaba una pierna o un brazo
o ¡cuerpos desnudos de esos hombres tan inocentes!
» (
Itin
. XVI 24).
El licenciado Rodrigo de Figueroa, enviado por el Consejo de Indias a Santo Domingo el 19 de agosto de
1519,
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tenía como primera tarea verificar el comportamiento de Alonso de Zuazo, su predecesor en la admi-
nistración de la Española;
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pronto asumió el cargo de Gobernador de la isla. La administración de Figueroa
es muy rapaz, también porque se involucra en numerosas iniciativas empresariales que incluyen la explotación
extrema de esclavos: el comercio de perlas de Venezuela, junto con el alcalde Antonio Flores y con Juan de
Córdoba y Juan de Herrera de Huelva; en la Española tiene intereses en las nuevas minas de Buenaventura;
participa en la industria azucarera de Azua junto a Gutiérrez de Aguilón; tiene intereses en plantaciones en el
norte de la isla junto con Juan de León. A la llegada del nuevo Virrey Diego Colón, en 1520, sigue estando
sometido a juicio por el licenciado Cristóbal Lebrón,
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y sigue condenado por muchos abusos; apela al Con-
sejo de Indias, volviendo a Sevilla. En 1525 llega la sentencia que prevé una sentencia pecuniaria y la exclusión
de los servicios públicos.
Porta Romana (antes
Porta Busolina) en
Amelia.
El escudo de armas de
Geraldini en la Capilla
de San Antonio de la
Iglesia de San
Francisco en Amelia.
Tumba de Angelo
Geraldini (con epígrafe
métrico de Antonio
Geraldini) en la Capilla
de Sant’Antonio de la
Iglesia de San
Francesco en Amelia.
Tumba de Giovanni
Geraldini en la Catedral
de Santa Firmina en
Amelia.
El campanario
(también conocido
como Torre Cívica) de
la Catedral de Santa
Firmina en Amelia.
El palacio de Battista
Geraldini en calle
Duomo en Amelia.