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Amadeo Barletta
Amadeo Barletta
B
ernardo
V
ega
Ex Gobernador del Banco Central y ex Embajador dominicano en Washington
A
madeo (en italiano Amedeo) Barletta nació en
1894 en la pequeña aldea de San Nicola Arcella,
Cosenza, en Calabria. En 1912, con apenas 17
años de edad, emigró a Puerto Rico desde donde ocho años
después, en 1920, se trasladó a Santo Domingo. Aquí logró la
representación de la General Motors, creando la Santo Domin-
go Motors, involucrándose, además, en un negocio de producir
cigarrillos. Según el censo de 1935, habitaban en la República
Dominicana 391 italianos. En adición, se estimaba que entre
100 y 400 personas adicionales descendían de italianos. Estaban
concentrados en Santo Domingo, Santiago y Puerto Plata. Su
apoyo al fascismo de Mussolini fue bastante tibio, aunque el
partido fue organizado localmente en 1926. Entre sus principales dirigentes estaba Amadeo Barletta.
Un año después del advenimiento de Trujillo al poder en febrero de 1930 Barletta se comprometió con apoyar
esfuerzos por parte de dominicanos hostiles a la dictadura, pero exilados, para conseguir rifles; algo que, sin
embargo, no logró. En abril de 1935 Barletta fue arrestado y el 4 de mayo condenado a cuatro años de prisión.
Para esa fecha Trujillo había adquirido las acciones pertenecientes a un ciudadano alemán, Richard Sollner,
en la Compañía Anónima Tabacalera. Barletta, quien era cónsul honorario de la Italia fascista, desde hacía
tiempo era accionista minoritario (45%) de otra empresa competidora, la Compañía Tabaquera Dominicana.
El accionista mayoritario era la empresa norteamericana Penn Tobacco Company de Filadelfia. En resumen,
Barletta se había convertido involuntariamente en competidor de Trujillo en negocios, cosa que Trujillo usual-
mente no permitía. En efecto, muy pronto Trujillo envió un emisario a Barletta pidiéndole que vendiera la
Compañía Tabaquera a su competidora, la Tabacalera, por un monto de dinero muy reducido. Ante la nega-
tiva, la reacción fue el encarcelamiento de Barletta bajo la acusación de estar implicado en un complot contra
Trujillo que había sido descubierto hacía pocas semanas y donde estuvieron involucrados varios empresarios.
La General Motors envió a uno de sus funcionarios, de apellido Todd, para ver cómo podían ayudar a Bar-
letta, coincidiendo con la creación de una ley que de hecho daba al Gobierno el control de todos los negocios
de Barletta, pues el Estado administraría todas las empresas pertenecientes a personas acusadas de complotar
contra el Presidente. Como resultado de un boicot contra los cigarrillos de la compañía de Barletta, esta había
tenido que suspender sus operaciones; además, fue sometida a la justicia por supuesta violación a la ley sobre
patentes.
Antonio, el hermano de Barletta, se trasladó a Haití y desde allí informó a Nicola Macario, el ministro italiano
en La Habana sobre lo que estaba sucediendo. El ministro, quien también cubría la República Dominicana,
de inmediato se trasladó a Santo Domingo, pero después de varios días ni siquiera pudo visitar a Barletta en
Página anterior:
Amadeo Barletta en su
oficina de Cuba en los
años cuarenta, con
detrás una imagen del
pueblo de origen de la
familia Barletta, San
Nicola Arcella, Italia.
Primer equipo de
trabajo de Santo
Domingo Motors.